
Sólo dos semanas tuvo que soportar la actriz y cantante Lindsay Lohan en la cárcel, pero eso no indica que su confinamiento ha terminado. La polémica artista salió de los barrotes de una celda al centro de rehabilitación UCLA, Resnick Neuropsychiatric Hospital, donde sí permanecerá los 90 días sentenciados por la juez de la corte de Berverly Hills. La página web de la revista People dio a conocer los detalles de la reclusión de LiLo, gracias al aporte de antiguos pacientes de dicho hospital.
Una fuente cercana a la actriz afirmó que ella es un cúmulo de emociones mientras completa su viaje de los clubes nocturnos, a la cárcel y por último a rehabilitación. “Ella está tan feliz por haber salido de la cárcel. Pero también tiene mucha ansiedad por el tratamiento, estar en rehabilitación tanto tiempo le da miedo”.
Una fuente cercana a la actriz afirmó que ella es un cúmulo de emociones mientras completa su viaje de los clubes nocturnos, a la cárcel y por último a rehabilitación. “Ella está tan feliz por haber salido de la cárcel. Pero también tiene mucha ansiedad por el tratamiento, estar en rehabilitación tanto tiempo le da miedo”.
La actriz está recibiendo tratamiento para sus problemas psicológicos y de adicción. Ella está en manos de profesionales que lo han visto todo y que tienen una reputación de ser los más respetados del país norteamericano. Una fuente relacionada íntimamente con el programa de rehabilitación que recibirá Lohan dijo a la revista que celebridades como ella son libres de relacionarse con otros pacientes, reciben un trato diferente, pero de igual forma no puede utilizar su celular.
Nada de juegos
Sin embargo, la estrella de Mean Girls puede hacer y recibir llamadas, pero en un teléfono ubicado en un área común y con un límite de tiempo de 15 minutos por día. Otra de las restricciones es que no podrá usar maquillaje, ni ningún atuendo especial con correa o corbatas. Su movilidad también será limitada, ya que no podrá abandonar el cuatro piso del edificio, sitio en el cual recibe el programa.
La diversión también será un poco diferente a lo que está acostumbrada la actriz. “Hacemos crucigramas todo el día”, reveló a la revista un antiguo paciente del hospital. “Es nuestra principal forma de entretenernos”. Más allá de eso sólo puede ver televisión en los salones con pantallas planas.
El tratamiento también incluye terapias, medicamentos estrictamente administrados y actividades para expresar sus emociones de manera creativa. “Es como hacer arte. Ella va a tener diferentes formas de expresar lo que siente”, manifestó Keith Humphreys, profesor de la escuela de Medicina de Stanford. “Estar en la cárcel fue un llamado a su atención, pero ahora se acabó. La rehabilitación es lo único que la hará llegar a sus problemas más profundos y la enseñará a cambiar para bien. Eso es lo que todo el mundo espera ver”.
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