Lindsay Lohan regresa este jueves a la corte para una audiencia que podría devolverle algo que no ha tenido en casi dos años: una libertad verdadera.
La actriz pondrá a una jueza al corriente en relación con los estrictos requisitos de su libertad condicional, que la han llevado a realizar labores de limpieza en la morgue del condado y asistir con regularidad a sesiones de psicoterapia desde finales del año pasado.
La jueza del Tribunal Superior Stephanie Sautner ha dicho que el jueves pondrá fin a la libertad vigilada de Lohan por haber manejado ebria en el 2007, siempre y cuando haya cumplido todos los requisitos. Y al parecer lo ha hecho.
La estrella de "Mean Girls" seguirá bajo una libertad condicional informal por haber extraído sin permiso un collar de una tienda, pero ya no será supervisada por un funcionario y la jueza y no estará obligada a vivir en Los Angeles, donde aún enfrenta demandas civiles por accidentes y mal comportamiento.
La audiencia se produce al tiempo que Lohan intenta retomar su carrera artística. La actriz tiene previsto aparecer como invitada en un próximo capítulo de la serie "Glee", recientemente fue anfitriona invitada de un episodio de "Saturday Night Live" y se prepara para encarnar a la legendaria Elizabeth Taylor en una película para televisión.
"Lindsay está terminando un capítulo y comenzando el próximo", dijo su vocero, Steve Honig. "Está muy ansiosa de volver al plató y sumergirse en sus próximos proyectos".
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